Hola, soy Paloma 

Desde pequeña me ha gustado caminar por las sendas interiores del pensamiento, la fantasía y el porqué de las cosas. Siempre fui muy observadora: me interesaban las personas, sus gestos, sus formas de pensar y aquello que hay en el origen de lo que sentimos y hacemos. Escuchar con atención y tratar de comprender formaba parte natural de mi manera de estar en el mundo.

En mi propia historia he atravesado distintos cambios y ciclos vitales. Momentos en los que me sentí perdida y necesité parar, observar qué estaba ocurriendo dentro de mí y preguntarme hacia dónde necesitaba redirigirme. En ocasiones, eso implicó soltar caminos conocidos y abrir otros diferentes. Aprendí que detenerse y escucharse también es una forma de avanzar.

Con el tiempo, esa forma de mirarme y de mirar a los demás fue tomando más sentido. Aquella curiosidad inicial se transformó en el deseo profundo de acompañar a otras personas en sus propios procesos: de escuchar lo que les preocupa, de sostener sus emociones y de explorar juntas su paisaje interno, incluso —y especialmente— en esos lugares más difíciles donde a veces parece complicado encontrar claridad. Siempre he creído que, incluso ahí, algo puede empezar a ordenarse y a cobrar sentido.

Ese recorrido personal fue el que me llevó a estudiar Psicología y a formarme para poder acompañar de una manera profesional, aprendiendo técnicas y formas de estar que ayudaran a sostener a otras personas en un camino tan delicado y tan potente como es vivir.

En consulta me importa crear un espacio seguro, cercano y vivo. Me gusta integrar mi lado creativo en el proceso terapéutico, utilizando recursos como imágenes, dibujos u otros materiales que faciliten la expresión y ayuden a poner palabras a lo que a veces cuesta nombrar, siempre desde el respeto y adaptándome a cada persona y a su momento.

Fuera de la consulta, disfruto profundamente de la naturaleza, de descubrir lugares nuevos, de la aventura y del contacto con los animales. Valoro el encuentro con los amigos y la familia, la conversación compartida y el vínculo cercano. Todo ello forma parte de quién soy y, de algún modo, también se refleja en la manera en la que acompaño.

Entiendo este trabajo como una forma de honrar nuestro paso por la vida, estando presentes con curiosidad, respeto y humanidad.